...Y EL PUENTE
Cuando bamboleas mi cuerpo
Cuando bamboleas mi cuerpo
te acecho como un cobarde,
mientras retoza en el agua
el titilar de tu imagen
alumbrada por la luna,
agotada ya la tarde,
siluetea tu figura.
Te detienes en el centro
y te asomas a mis ojos
que derraman los secretos
por cada uno de sus poros
y al tiempo que te los cuento,
apoyándote en el codo,
te recuestas a un madero.
Reemprendes tu movimiento,
rendidas están mis armas,
cosquillas duermen mi suelo,
me crujen todas las tablas,
se hace pedazos el tiempo
al alejarse tu espalda,
solo pienso en el regreso
de una sonrisa enmarcada.
Te espero, ven, no tardes,
que cuando, obras e ingenieros,
me hayan cambiado este traje,
ya no tendré mi madero,
solo hierro, acero y cables.
Todo ya habrá sido un sueño,
lo sabrás cuando te talen,
corazón de pino fresco.
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