lunes, 17 de agosto de 2009

EVOLUCIÓN


















ONIO 09-02-09


Me he escuchado en mi silencio y esto es lo que me he dicho:

Me gustaría conseguir que nada me afectase, que ningún sentimiento tuviese la osadía de alterar ese estado en el que me encuentro, de ausencia total; no sentir alegría, ni pena, ni odio, ni nada que pudiera condicionar cualquier decisión. No sentir la ira interior que me causa la prepotencia con la que algún cualquiera trata a los demás, siempre creyéndose en la posesión de la verdad suprema y absoluta, despreciando a las personas sistemáticamente y mostrando una sonrisa, llena de dientes con sarro, cuando espera tu beneplácito, tu peloteo y tu asentimiento, “¡cuanta razón tienes!”, “¡eso si que es verdad!”, te entran siempre igual, “tu que eres una persona inteligente...¡vamos!, o por lo menos es lo que pienso”.

No tener que sentir la congoja de la impotencia continua que me causa el oír las barbaridades de las noticias y chismes, bombardeos, pobres muriendo, gente que se vuelve loca por que no aguanta más, lo fácil de la mentira..., se me encoge el corazón, me quedo sin aire, como en el instante previo a un desmayo, cuando notas que se te escapa el alma dejándote vacío sin poder evitarlo.

No sentir esa euforia que te conduce a hacer ese ridículo tan espantoso al pensar que los demás sienten, en ese momento, la misma alegría que tú. No sentir ese ridículo, no pensar en lo que piensan los demás.

Pero por otro lado, pienso que ya tendré tiempo, (eterno para más señas), para dejar de sentir, así que me quedo viviendo un ratito mas, que con tanto “pienso”, me ha entrado hambre.

AL CÉSAR LO QUE ES DEL CESAR Y A DIOS MUY BUENAS.
Saludos.


ONIO 10-02-09


Ya estoy en este desolladero de orgullo, criadero de ira, examen continuo de mi madurez, el miedo que siento, al afrontar lo que parece una ruptura de mi acomodada situación, me tiene encogido el estómago hasta provocar dolor, no entiendo este sufrimiento; por una parte, la situación económica en la que quedaré, que aún no siendo peor que la de cualquier otro, me agobia, y no lo entiendo porque siempre he creído despreciar el aspecto materialista de la vida, por otra parte, me molesta enormemente, el poco respeto que parecen mostrar los demás hacia mi trabajo.
¿Pero por que necesito la valoración de este tipo de gente?, sigo sin entender este ataque de orgullo y de ira que está provocado por el miedo.

Necesito urgentemente un ataque de humildad, pero creo que solo lo sufriré cuando salga de aquí, no obstante, seguiré esforzándome, cada día, y cada momento, en tratar a los demás como creo correcto, aún sin tener correspondencia.

Estoy seguro que lo que parece mi problema es una tontería, comparada con otras duras realidades.

Creo que mi problema no es lo que me ocurra o pueda ocurrir a mi alrededor, sino el ser consciente de que sigo creciendo intentando conseguir sosiego para todos.

El final lo conozco... pero el camino no.


ONIO 17-02-09


Los tractores ya se mueven, ya empiezan a plantar las migajas que han sobrado, hay demasiado agua, algo se pudrirá y lo primero que nazca nos lo robará algún desalmado que no vea mas allá.

Cuando los productores dejen de existir, los suculentos bocados en los que derraman sus babas, desaparecerán, no habrá nada que llevarse a la boca salvo el cadáver del vecino que no supieron cuidar, pero que en su infinita inocencia prolongará su agonía de ignorancia y desvergüenza, hasta que mueran o aprendan, que no les queda otra verdad que la de enfrentarse a la desmemoria de los que sigan creciendo, rectos o torcidos, pero con un único fin, el de la nada que les habrán dejado, el de la nada que crecerá como un inmenso agujero negro, lleno de vida invisible, preparada para iniciar otro futuro que les seguirá importando tan poco como a nosotros el nuestro, al que no sabemos cuidar, porque todavía esperamos, a un quien o a un que, que nos enseñe a querer sin egoísmo ni indiferencia.


ONIO 25-02-09


VAINILLA

Acaban de pasar por mi imaginación, unas pocas de trazas de ese olor a vainilla que me llena de tantas y tantas sensaciones, algo parecido a cuando miro a alguien y sin saber, ni el ¿como? ni el ¿por qué?, me invade el extraño placer de darle un abrazo, esa satisfacción plena pero sin perder el deseo, ese goce tan intenso, que me hincha de energía fresca y positiva, hasta el punto de llegar a embriagarme, echando fuera de mí los miedos y sinrazones de la periferia del alma que minan y horadan los límites de mi criterio, trasladándolos a zonas donde la ética es difícil de reconocer.

Por eso quiero darte las gracias, por conseguir esos momentos que me inyectan ánimos para intentar cumplir con esa necesidad que tengo de encontrar ese “no se qué” que busco con tan poco ahínco a pesar de lo falto que estoy sin él y de que no se si lo quiero conocer.

Tal vez, por eso, tengo preferencia por el color amarillo, habitual compañero de tu presencia y que consigue alegrar y capturar mi mirada, aunque, hasta ese momento, estuviese perdida en cualquier otro “no pensamiento” de los que me ocupan una gran parte del día y que se rigen por mi inconsciencia, desaprovechando la oportunidad de intensificar mi vida.
Me gustaría poder pedirte que aparezcas mas a menudo con tu amarillo cuerpo, pero sobretodo, que aparezcas con tu dulce y perfumado alma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario