domingo, 16 de agosto de 2009

...Y EL PUENTE



...Y EL PUENTE

Cuando bamboleas mi cuerpo

te acecho como un cobarde,

mientras retoza en el agua

el titilar de tu imagen

alumbrada por la luna,

agotada ya la tarde,

siluetea tu figura.


Te detienes en el centro

y te asomas a mis ojos

que derraman los secretos

por cada uno de sus poros

y al tiempo que te los cuento,

apoyándote en el codo,

te recuestas a un madero.


Reemprendes tu movimiento,

rendidas están mis armas,

cosquillas duermen mi suelo,

me crujen todas las tablas,

se hace pedazos el tiempo

al alejarse tu espalda,

solo pienso en el regreso

de una sonrisa enmarcada.


Te espero, ven, no tardes,

que cuando, obras e ingenieros,

me hayan cambiado este traje,

ya no tendré mi madero,

solo hierro, acero y cables.

Todo ya habrá sido un sueño,

lo sabrás cuando te talen,

corazón de pino fresco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario